Los jóvenes necesitan urgente oportunidades reales

Gastón Gorosterrazu, creador de Aptugo, herramienta de desarrollo visual inteligente

Desde hace años, los jóvenes enfrentan una crisis de empleo. Según estimaciones de UNICEF en base a datos de EPH-INDEC del primer trimestre 2024, la tasa de desempleo es aproximadamente tres veces mayor entre los jóvenes y las jóvenes de 18 a 24 años (20,1%) en comparación con el promedio de la población (7,7%), llegando al 21,7% para las mujeres. Además, entre los jóvenes que tienen trabajo asalariado, la informalidad alcanza el 57%, casi el doble del promedio general (36%). Esta situación es preocupante por sus implicancias de corto plazo y por el impacto futuro que tendrá en sus vidas laborales.

Abordar los desafíos que presenta la empleabilidad en los más jóvenes requiere de esfuerzos de muchos actores que se articulen con el objetivo de superar las barreras que limitan y dificultan la inserción laboral. Hoy hay muchos chicos que no terminan el colegio, o que, si lo terminan, no lo hacen de manera satisfactoria. Así mismo hay una falta notable de habilidades blandas como la capacidad de adaptación, la responsabilidad, el trabajo en equipo, que son claves para su desarrollo y crecimiento profesional.

Para superar estas barreras es importante que los jóvenes tengan acceso a herramientas y recursos que les permitan prepararse para conseguir su primer empleo. Y para esto es necesario crear y coordinar un ecosistema de formación profesional que involucre a diferentes actores del mundo empresarial, educativo y público. El acceso a la educación y formación es fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades.

Oportunidades Únicas, la aplicación de UNICEF desarrollada por APTUGO, concentra ofertas de formación realizadas por actores clave del sector privado. Las y los adolescentes de entre 14 y 24 años, pueden acceder a más de 40 cursos y capacitaciones que promueven las habilidades clave que necesitan adquirir para enfrentar la vida y los desafíos del mundo del trabajo

Desde la tecnología tenemos el potencial de reconvertir las oportunidades laborales y generar mayor inclusión social, creando entornos educativos y colaborativos. Si la utilizamos para dar oportunidades a que cada persona pueda desarrollarse e incorporar conocimiento y avanzar en su desarrollo personal, la tecnología se convierte en un factor de inclusión y de empleabilidad importante. Es responsabilidad de todos aprovechar el potencial transformador de la tecnología y trabajar en conjunto para construir un futuro más inclusivo y equitativo

La preocupación por la inserción de los jóvenes en el mundo laboral debe ser compartida por todas las organizaciones y sectores. Es un desafío que tenemos que asumir y que con nuestra experiencia podemos ayudar a tener más probabilidades de éxito.