El Área de Economía de CREA analiza las medidas tomadas por el presidente Javier Milei


REDOBLANDO LA APUESTA

El revés de la "Ley Ómnibus" en la Cámara de Diputados marcó un quiebre en la estrategia del gobierno de Javier Milei. Al dificultarse, al menos en el corto plazo, la gobernabilidad a través del Congreso la administración nacional optó por el "plan B" para avanzar en la consolidación fiscal, recortando el giro de fondos discrecionales a las provincias e iniciando el conflicto con los gobernadores provinciales. En paralelo, las organizaciones sindicales obtuvieron una medida cautelar contra las modificaciones laborales presentes en el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23 y tambien la justifica falló a favor del reclamo del gobierno chubutense en primera instancia. A pesar de estas situaciones, La Libertad Avanza busca aprovechar el capital político post elecciones para implementar su política y redobla la apuesta apoyándose en la fuerte caída de los dólares paralelos junto con el comienzo del saneamiento fiscal y del Banco Central.

En ese sentido, por primera vez en 12 años, el resultado fiscal de enero fue superavitario, tanto si se considera el resultado primario (ARS 2 billones) como el financiero (ARS 0,5 billones), que incluye intereses. Como consecuencia, en el primer mes del año el Estado argentino no solo no aumentó sus pasivos y pudo hacer frente a los intereses, sino que también se capitalizó. Esta noticia tuvo un impacto positivo en los mercados financieros, que mejoraron su confianza sobre la capacidad de pago del Estado frente a los compromisos de deuda. De esta manera los bonos han incrementado un 26% su valor y el Riesgo País se redujo un 12%.



Analizando en mayor profundidad, la mejoría en el resultado fiscal se encontró en un leve aumento en la recaudación (0,8% real i/a), con incrementos del IVA (+10% real i/a), los derechos de exportación (+90% real i/a) y de importación (+35% real i/a), que se dio en paralelo a una fuerte reducción del gasto (-39% real i/a). Los recortes no se realizaron mediante la eliminación de partidas sino a través del rezago o "licuación" frente a la inflación. Así, la partida que más perdió respecto del enero anterior fueron las transferencias a las provincias, que consisten en fondos discrecionales que el Estado nacional gira por fuera de la coparticipación. Los recortes desataron un conflicto con los Gobernadores siendo que se trata de montos relevantes: transferencias discrecionales representan, en promedio, el 6% de los ingresos provinciales. Sin embargo, algunas provincias tienen mayor dependencia de los fondos nacionales como Buenos Aires, La Rioja o Mendoza (con 10%, y 12% respectivamente). La intención del gobierno es "compartir" la reducción del déficit fiscal con las provincias que, con heterogeneidades de acuerdo a la jurisdicción, tienen en general una mejor posición fiscal que la Nación. Ante los menores ingresos, y teniendo en cuenta que aproximadamente el 50% del gasto provincial son salarios, los Gobernadores que tengan mayor dependencia de transferencias discrecionales y una peor posición fiscal inicial se ven frente a la disyuntiva de reducir el gasto, subir impuestos o emitir cuasimonedas, rombos entre los que varias jurisdicciones ya comenzaron a optar y es esperable se profundicen si la reducción de las transferencias se mantiene los próximos meses.


Mas allá del alto perfil que tuvo la disputa entre la nación y las provincias, las partidas que más aportaron a la reducción del gasto (-ARS 2,7 billones) fueron las jubilaciones (-ARS 0,9 billones), los programas sociales (-ARS 0,2 billones), los subsidios económicos (-ARS 0,5 billones), los salarios (-ARS 0,3 billones) y los gastos de capital (obra pública, -ARS 0,5 billones). La retracción en términos reales de las partidas destinadas a la contención de situación social preocupa a, entre otros, al Fondo Monetario, dado que al progresivo deterioro de los últimos años se añadieron los efectos de la devaluación de diciembre. Para amortiguar parcialmente la situación, las jubilaciones tendrán un bono de ARS 70 mil en marzo (+27% desde dic-23) mientras que el problema de fondo, la fórmula de movilidad que queda muy por atrás de la inflación cuando los precios se aceleran, deberá ser tratada por el Congreso con un resultado incierto.

Detrás de estas políticas se encuentra el objetivo principal de generar las condiciones para bajar la inflación, "cerrando la canilla" del financiamiento con emisión monetaria al déficit fiscal. En ese sentido, la variación de los precios viene mostrando una reducción mayor a la esperada, aunque continua en niveles altos (18% estimado en febrero). Sin embargo, la corrección de precios relativos no ha terminado y restan aumentos de tarifas (250% en transporte, y 150% en luz) que mantendrían al IPC creciendo por encima del 10% mensual en los próximos meses. Como comentamos en nuestros últimos informes, la corrección de las tarifas, el déficit fiscal y el tipo de cambio, indispensables para encausar la situación a largo plazo, tienen efectos negativos en lo inmediato. Así, en una economía que ya experimentaba síntomas de retroceso lo esperable es que se consolide la caída durante el 2024, así lo observa el FMI (-2,8%) y el Relevamiento de Expectativas del Mercado (-3%).

Evolución de base monetaria + pasivos remunerados del BCRA en términos reales – base 100 = dic-22
 

En cuanto a lo monetario, la alta inflación y las bajas tasas de interés (respecto a la inflación -9,9%) han reducido en términos reales la base monetaria (-13% i/m) y los pasivos remunerados del BCRA (-15% i/m). A su vez, asistimos a un achicamiento importante de la brecha cambiaria (20,5%) que probablemente está asociado a la liquidación de exportaciones al tipo de cambio "exportador" (80% al dólar oficial y 20% al dólar CCL). Otro síntoma del saneamiento del Central es la acumulación de reservas desde la llegada de Milei al gobierno por alrededor de USD 7 mil millones. Sin embargo, dada la crítica situación inicial, aún se encuentran en terreno negativo (-USD 4 mil millones de reservas netas) y la cotización oficial día a día pierde competitividad contra la inflación (-33% desde diciembre).

Estos datos positivos desde lo monetario, incluyendo las exitosas colocaciones del BOPREAL y la plaza "seca" de pesos, auguran una posible salida del cepo cambiario, aunque todavía no hay definiciones por parte del Gobierno que posiblemente busque robustecer más la posición del Banco Central. Ciertamente, dada la ausencia de financiamiento de mercado para las cuentas externas, no esperamos que el gobierno pueda mantener durante todo el año el ritmo de devaluación del 2%, excepto que consiga financiamiento relevante, de organismos multilaterales u otros gobiernos, o que la baja de la inflación sea muy rápida en los próximos meses. La incógnita más bien radica en cuando y de qué forma se abandonará el esquema.

En síntesis, con muchos frentes abiertos, una de las incertidumbres hacia adelante es la sostenibilidad social y política del ajuste fiscal dado el deterioro económico. Hasta el momento, la estabilidad de los dólares paralelos y el capital político a poco de asumir "blindan" al Gobierno, como lo representa la Universidad Di Tella en su Índice de Confianza de gobierno, que solo disminuyó un 1,4% desde el inicio de mandato y se mantiene en niveles relativamente elevados. Por ello, el oficialismo avanza con su agenda y no teme al conflicto. Posiblemente, se esté apuntando a mostrar una mejora económico importante para las próximas legislativas y a ampliar significativamente la bancada en una elección en la que La Libertad Avanza pone en juego muy pocos escaños. Dado que los planes de estabilización exitosos son expansivos, se trata de una estrategia que puede tener sus méritos pero que también es altamente riesgosa teniendo en cuenta que deja poco margen para el error en el plano económico: los actuales niveles de conflictividad pueden complicar seriamente la gobernabilidad si el gobierno pierde popularidad.


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