De las olimpiadas a la transformación de la humanidad
Las telecomunicaciones se expandieron a todo el mundo a mediados del siglo XIX a través del telégrafo, el teléfono, la radio y la televisión. Sin embargo, no fue hasta mediados del siglo XX, cuando los satélites despegaron de la Tierra y se colocaron en órbita, que la transmisión de información simultánea conectó a todos los rincones del planeta. Los servicios satelitales han evolucionado mucho desde su no tan antigua puesta en marcha y aunque se nos puede llegar a olvidar que están ahí, el impacto que han tenido en la transformación de la humanidad es inigualable.
Los sistemas satelitales permiten entregar servicios de telecomunicaciones a zonas o comunidades aisladas o con limitantes de accesibilidad, en donde los sistemas de comunicaciones terrestres no ofrecen cobertura o cuyo despliegue resulta económicamente inviable, por ello comenzaron como una herramienta fundamental en las comunicaciones a distancia.
Si el lanzamiento del primer satélite ‘early bird’ no hubiera tenido éxito en 1963, probablemente muchos de los servicios de telefonía, televisión e internet de los que gozamos en la actualidad no serían posibles. Simplemente, sin la primera conexión de México con los satélites de comunicación del Intelsat (Organización de Telecomunicaciones Satelitales) a través de su estación terrestre de Tulancingo, Hidalgo, la transmisión de los Juegos Olímpicos de 1968 a todo el mundo no se hubiera logrado.
Desde los años sesenta, los satélites se han utilizado para brindar servicios televisivos, de radiodifusión, de transmisión de datos y voz fortaleciendo los sistemas de distribución de información para las industrias y para la prevención de eventos (como fenómenos meteorológicos, por ejemplo). Con la evolución de la tecnología, la humanidad ha continuado su progreso en todos los aspectos, y en el mismo sentido, las capacidades satelitales han evolucionado.
En la actualidad, los satélites han rebasado sus capacidades iniciales para añadir valor a cada conexión generada optimizando tiempo y recursos en las actividades empresariales que muchas veces se complementan con las infraestructuras terrestres. Los servicios satelitales han permitido que las empresas de distintas industrias avancen en el desarrollo de sus soluciones y entrega de servicios alineados a las necesidades de hoy día a través del monitoreo de tráfico y latencia.
En sectores que requieren velocidad y un ancho de banda específico existen redes satelitales con capacidades de punto a punto o en las que es posible tener un ancho de banda compartido. Las aplicaciones del Internet de las cosas (IoT) en el campo empresarial para la rápida toma de decisiones han incrementado la demanda por servicios satelitales flexibles por lo que seguiremos viendo transformaciones en este ámbito.
La evolución de los servicios satelitales continuará de la mano de nuestro desarrollo como humanidad y está por verse de qué forma progresará para lograr sostener ya no solo los tipos de comunicación conocidos desde el siglo XIX sino en línea con innovaciones como el IoT, los automóviles que se conducen solos y las ciudades inteligentes.
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