*Por Andres Alexander, Vice President Cluster Andino &
Centro América en BGH Tech Partner
La necesidad
de generar una arquitectura de tecnología central moderna,
para innovar más rápido y operar de manera más eficiente, es
ineludible. La nueva generación de bancos, como las
fintechs, está ganando participación de mercado,
convirtiéndose en una seria amenaza para los bancos
tradicionales. En este escenario las instituciones
financieras deberán revisar sus plataformas bancarias
centrales.
Acá es donde la propuesta de valor cloud toma relevancia.
Los bancos pueden reducir el gasto mediante una mayor
productividad de los desarrolladores y la eliminación de la
deuda técnica aprovechando los servicios basados en la nube
(que les permiten implementar nuevos productos y escalar la
infraestructura rápidamente) y utilizando herramientas de
desarrollo que apoyan la automatización (DevSecOps).
Diversos estudios indican que la transición a la nube pública puede
mejorar la eficiencia entre un 30 y un 40% en comparación
con el alojamiento tradicional para algunas cargas de
trabajo. Por otro lado, un rol clave en esta transformación lo cumple la
automatización de infraestructura y DevOps a escala
para automatizar hasta el 35% de las actividades en la cadena de valor de
TI.
Otro protagonista de esta transformación son los métodos
ágiles de trabajo, como Scrum, que permiten a los CIOs
llevar ideas rápidamente al mercado, acelerando el
lanzamiento de nuevas funcionalidades. Se estima que Agile,
por ejemplo, mejora el desarrollo de aplicaciones y la
eficiencia del mantenimiento considerablemente.
El time to market es crucial para no
quedarse fuera del mercado, y a través de la nube es posible
desarrollar nuevos productos y servicios de manera más fácil
y rápida, con la ayuda de capacidades de configuración
hiper-parametrizadas.
Por último, pero no menos importante, no se puede dejar de lado la importancia de las API en
entornos de banca y finanzas. Originalmente pensadas como una amenaza competitiva para
los bancos establecidos, en realidad son una gran
oportunidad. Las interfaces de programación de aplicaciones
(API) son atajos que facilitan a los desarrolladores de
software la creación de nuevas aplicaciones. En el contexto
bancario, permiten un fácil acceso a los servicios,
productos y datos bancarios.
El área de APIs es un campo poco explorado aún, puede
deberse al desconocimiento sobre cómo crean un impacto
material en el resultado final. Pero sin dudas es una de las
apuestas que definitivamente será tendencia.
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