La conciencia de la existencia es la responsabilidad de ser Pro-yecto
¿Somos realmente conscientes de nuestro paso por la
vida?
“El hombre vive inmerso en el mundo y se realiza viviendo, un ser que siempre es el mismo frente a situaciones que varían, y elige siempre en ese contexto. Como hombre se enfrenta a sí mismo, y como su existencia es dada por lo que los demás reconocen en él, sus circunstancias, también incluye a todos los hombres.” Jean Paul Sarte. Extraído de “El existencialismo es humanismo”
“El hombre es libre y responsable de sus actos…
El concepto de libertad y la angustia que acarrea la
responsabilidad de proyectarse en el ser humano, es desarrollado por Jean Paul Sartre (filósofo contemporáneo existencialista nacido en
París, 21 de junio de 1905 - 15 de abril de 1980)
Sartre entiende a la libertad y su sentido consecuente
de la responsabilidad personal, en la noción de que “El hombre se hace a sí mismo”
Sartre dice que el hombre parte desde
una “nada” para convertirse en un “pro-yecto”, un dirigirse hacia algo.
Tomando este concepto, podríamos decir que,
el hombre al ser su propio creador, posee plena libertad y puede cambiar cada
día de su vida, pero… al darse cuenta de ello, cae indefectiblemente en la
angustia de la responsabilidad de existir, de ser, hacer algo con él
mismo y en la relación con el mundo.
La libertad para Sartre, se antepone a
cada acto y es de carácter individual. Por ende, el hombre se da cuenta de la
soledad que lo inunda, en cuanto a la actitud que debe tomar para enfrentar su
vida y decidir sobre sus propios actos.
Reflexionando sobre éstos conceptos: el
miedo, la ansiedad, la culpabilidad y la conciencia de sí, que permiten al
hombre dar cuenta de su estado de libertad, y de cada decisión y consecuencia,
nos enfrentamos a la absoluta responsabilidad del hombre y la
relación que tiene esto con la conciencia de ser libre.
El sentimiento de angustia nace por darse cuenta de que todo lo que le sucede es consecuencia de las propias decisiones.
Sartre expresa de una forma abrupta la
posición del hombre en el mundo. Convierte esa idea, en la posibilidad de
reaccionar sobre las decisiones que se toman en la vida. Sartre dice: “Somos
arrojados al mundo” y en esa soledad, el hombre se encuentra con “la
angustia del ser”, y dice: “no tenemos excusas ni justificaciones ante
nosotros mismos”, y así es que “estamos condenados a ser libres”
Entonces… Somos libres, pero, ¿Tenemos
real conciencia de esa libertad?
Nuestras creencias nos atan y arraigan a
estructuras, bloqueando la capacidad de abrirnos al desarrollo de nuestras
potencialidades.
Derribar los mitos que fuimos creando
y creyendo con el tiempo, a medida que transitamos nuestra vida es un trabajo
arduo y complejo que lleva un tiempo de proceso para lograr finalmente tomar
conciencia, ya que como si esto fuera poco, vamos sumamos e incorporando con el
tiempo, las creencias que nos fueron dejando nuestros mandatos familiares, como
un sello, una marca.
Desmitificar las creencias nos ayuda a
ver nuestro real sentido de la vida. Despojar de nuestro ser, todo aquello que
nos hicieron creer que somos.
"La libertad es intrínseca, solo tenemos que descubrirla y así es cuando realmente se desarrolla nuestro potencial"
Si tomáramos conciencia de la capacidad
que poseemos los seres humanos para desarrollarnos, no perderíamos la
oportunidad que nos brinda cada segundo de vida.
Somos
responsables de “nuestro proceso creador”, ese despertar y descubrirse a uno
mismo es el aprendizaje de un proceso personal en el cual la apropiación
instrumental de la realidad, modifican las conductas a partir de las propias
experiencias, en la relación con los otros y con el mundo. Según Pichón Reviere
(25 de junio de 1907, Ginebra, Suiza - 16 de julio de 1977, Buenos Aires. Médico
psiquiatra naturalizado argentino nacido en Suiza, considerado uno de los
introductores del psicoanálisis en Argentina y generador de la teoría de grupo
conocida como grupo operativo, herramienta de suma importancia en la Psicología
social)
Al
hablar de proceso personal, implicamos necesariamente al aprendizaje como
una situación de cambio. Y esto ocurre como resultado de una dialéctica,
una práctica y la interacción con el mundo.
Aprender de uno mismo, es realizar una lectura de la realidad, una crítica de la vida cotidiana, en la que las normas y los valores, puedan ser revisados e implique tener la capacidad de una evaluación que con creatividad transforme la realidad. Un juego dinámico entre el mundo interno y lo externo, como experiencia única de cada persona.
Revisar
los valores a medida que se desarrolla la vida, y de esta forma, se movilizan
las estructuras fijas que fueron delineando un itinerario, que no permite ver
la rendija para el cambio. Aprender en ese juego, es lograr una real
transformación.
“Somos lo que nos hicieron creer de nosotros mismos” y eso no nos deja ver lo que podemos ser.
Invertir
cada segundo de nuestras vidas en revisar nuestras creencias, es
descubrirnos y lograr una transformación, en la que nuestro potencial despliegue
la libertad de recrearnos a nosotros mismos.
Sandra
Gladys Ledo
Técnica
en Consultoría Psicológica (Counselor) - Técnica en Psicología Social.
FB: @Clr.SandraGladysLedo
https://www.facebook.com/Clr.SandraGladysLedo/
IG:
@clr.sandra
No hay comentarios.