El futuro del eCommerce, el quiebre de la clásica cadena de valor
El futuro del eCommerce,
el quiebre de la clásica cadena de valor
Prácticamente todos los productos y servicios
pueden pasar por la digitalización de la experiencia. A diferencia del
marketing tradicional (producto, precio, distribución y comunicación) la
calidad de la experiencia estará determinada por la plataforma de eCommerce.
Si bien hoy el comercio físico es 10 veces más
relevante que el Online (en volumen de transacciones) a nivel mundial esta
distancia se está acortando de manera exponencial y, de cara al futuro, la
división entre comercio físico y digital será cada vez más difusa. Lejos de
dividirse entre offline vs Online, se buscará la evolución hacia un comercio
integrado u omnicanalidad.
En este contexto, Nicolás Gore, Director
Comercial de Lyracons, agencia de desarrollo de eCommerce, analiza: “Esta
digitalización cambió las reglas del juego de los negocios. Antes quién tenía la mercadería
en stock, tenía el poder de negociación, hoy en día se invirtió la cadena de
valor ya que la clave está puesta en el tráfico que ingresa a comprar en un
espacio infinito. Además, no hay costo de almacenamiento porque está
almacenando otra empresa”.
Todos conviven en el ecosistema: un Marketplace,
Amazon, Alibaba, Mercado Libre o un blog con mucho tráfico. Sumado a que las
empresas pueden vender directamente poniendo una tienda online. Tanto B2B como
B2C de forma indistinta. Para llevarlo a un ejemplo, un individuo estaría a un
click de comprar verduras a un productor independiente, a una verdulería,
comprar verduras en un supermercado, comprar en Mercado Libre, o comprar en el
mercado central. Por este motivo los Marketplaces comenzaron a sumar otros
servicios para cubrir más necesidades: compran y venden de forma directa y
compiten con el fabricante que promociona el mismo producto en la plataforma.
Su valor es que el consumidor confía en la marca que le da seguridad de, por
ejemplo: tiempo de entrega.
Si se observa la región de habla hispana,
Argentina es uno de los países con mayor crecimiento en términos de comercio
electrónico. Este fenómeno se traduce en cantidad de empresas que incluyen el
eCommerce o bien basan sus negocios en esto, el volumen de gente que adquiere
productos y servicios a través de este canal, los empleados, la
profesionalización del ecosistema y la madurez e iniciativas de la Cámara de
Comercio Electrónico (CACE). Sin embargo, le falta crecer en volumen de las
transacciones (en dólares) para consolidarse en una posición de liderazgo y
mostrar todo su potencial.
El eCommerce cuando se realiza en un ecosistema
B2B tiene reglas de negocio muy distintas al que tiene el comercio electrónico
en el B2C. En general tiene un catálogo cerrado, precio diferenciado por
cliente, se vende a crédito, el cliente está previamente registrado y es
conocido por el vendedor, además suele haber una interacción relevante por
parte de la fuerza de ventas con el cliente en la transacción incluyendo una
negociación de precios y tipos de promociones muy
específicos. Estas características hacen que la
plataforma de eCommerce en la que se lleva a cabo esta interacción sea compleja
a nivel de desarrollo e implementación de dichas reglas de negocio, así como
las interacciones con diferentes áreas de la compañía y los usuarios.
Prácticamente todos los productos y servicios
pueden pasar por la digitalización de la experiencia o de la transacción. El
eCommerce agrupa los que terminan en una compra de un producto o servicio. Para
analizar la calidad de la experiencia habrá que entender la sumatoria de varios
factores como la calidad del Marketplace (dependerá de la complejidad de la plataforma),
la forma de pago, el tiempo de entrega (cuánto tardó en llegar), el precio (si fue el adecuado) y el
producto (si cumplió lo que prometió, la calidad era la esperada).
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