Según la ONU, en la actualidad el 55% de las personas en el mundo vive en ciudades y las previsiones dicen que la concentración de población aumentará hasta un 13% más de cara a 2050. Esto quiere decir que el 68% de la población vivirá en zonas urbanas. Sin ir muy lejos, la Cd. de México y Sao Paulo figuran en la lista de las 100 aglomeraciones urbanas con más población en el mundo según la ONU (2018).
Ante este panorama, es necesario redoblar los esfuerzos por combatir los desafíos comunes de nuestra región que se volverán aún más apremiantes en los próximos años: altos índices de criminalidad y violencia, pobreza y los efectos del cambio climático, como escasez de agua y energía.
Una ciudad segura es una ciudad con mayor potencial a desarrollarse. Para nadie es un secreto que las economías en desarrollo crecen en gran parte como resultado de incrementos en la inversión y en la medida en que hay inseguridad y violencia, la atractividad para efectos de inversión extranjera cae. Un país con desbordados índices de inseguridad es un país de alto riesgo ante la comunidad de inversionistas, lo que lo deja por fuera de esta palanca de desarrollo.
Así pues una ciudad segura es una ciudad próspera y la tecnología juega un papel clave en su búsqueda. No solo para asegurar la comunicación oportuna en momentos críticos y poder reaccionar de manera rápida sino para poner la data y la inteligencia al servicio de las agencias de seguridad pública con la finalidad de anticipar y prevenir situaciones que amenacen el bienestar de los ciudadanos.
Esto implica dotar a la ciudad de capacidades resilientes, abiertas a la innovación en la solución de problemáticas y sumar tecnología y el análisis de los datos que las mismas ciudades generan para lograr un crecimiento balanceado. Sin duda, el uso inteligente de las tecnologías de la información y comunicaciones (TICs) tienen como propósito empoderar a las personas para hacer mejor una tarea y favorecer la calidad de vida de una ciudad. Sin embargo, es vital contar con un entorno de seguridad (como derecho humano fundamental) para el desarrollo de las ciudades pues sin él, es imposible que la población genere riqueza a través de sus actividades económicas.
Desde plataformas de comunicaciones que conectan dependencias de atención ciudadana las 24 horas, tecnologías de inteligencia artificial que ayudan a coordinan mejores operativos policiacos hasta video seguridad con analítica de video para salvar vidas ante desastres naturales son elementos clave que deben de suceder conectados y alimentados entre sí en una ciudad del futuro.
Hoy en este emblemático Día Mundial de las Ciudades, Motorola Solutions invita a reflexionar sobre el futuro de nuestras ciudades y el rol que la tecnología juega en la construcción de ciudades más seguras y comunidades más prosperas.
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