Ciudad Inteligente, pensada inteligentemente por personas inteligentes @Uliman73
Cuando se habla de Ciudades Inteligentes o Smart Cities es inexorable pensar que se habla del tránsito, el clima, la ciudadanía, la topografía, el presupuesto, la seguridad y el costo de vida, pero estos son solo algunos de los factores que influyen en el diseño, ejecución y financiamiento. Sin embargo, antes de tocar estos puntos, vale la pena tener presente ciertas consideraciones básicas, ya que la gran mayoría de las personas creen saber qué son las “Smart Cities” y qué infraestructura es necesaria.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas no tienen los antecedentes,
el conocimiento y la capacitación correctos para saber y entender realmente
qué es una “Smart Cities”, o qué infraestructura se necesita para que cada
edificio funcione correctamente y cada ciudad funcione al máximo rendimiento
para reflejar todo lo bonito Fotos que se puede ver en internet.
La idea de este artículo, ronda en traer algo de luz a todas esas buenas
personas que tienen buenas intenciones y que buscan obtener una conexión con
el mundo de las “Ciudades Inteligentes”, para ello y antes de seguir, acá
algunos datos de interés y características claves:
Es la tecnología que NO SE VE, lo que hace que un edificio funcione a sus niveles máximos de rendimiento y permite la reducción considerable de los costos de energía, o facilita el flujo de peatones y vehículos durante las horas pico, o mejora la seguridad en nuestras comunidades.
Como hemos visto hasta acá, las Ciudades Inteligentes se basan en dispositivos interconectados para racionalizar y mejorar los servicios de la ciudad basados en datos completos y en tiempo real. Estos sistemas combinan hardware, software y análisis geoespacial para mejorar los servicios municipales y mejorar la habitabilidad de un área. Sin embargo, como se espera que la huella global de IoT supere los 50 mil millones de dispositivos conectados para 2020, las Ciudades Inteligentes deberán fortalecer los métodos de recuperación ante desastres para incidentes naturales o inesperados que podrían afectar su capacidad de confiar en datos precisos para funcionar correctamente. Si bien esto es algo que por lo general no nos gusta pensar, algunas de las ciudades inteligentes del mundo se encuentran en áreas costeras bajas que están expuestas a Riesgos o Emergencias relacionadas con el clima, tales como inundaciones, o están situadas en redes cuya historia sugiere la posibilidad de futuros apagones. Además, desafortunadamente, existe la amenaza siempre presente del Ciberataque y la destrucción o sabotaje de la infraestructura física.
Otra de las grandes y necesarias inversiones está en Formación y Desarrollo del Capital Humano de la Ciudad. A medida que progresa todo este desarrollo de tecnología y construcción de estructuras, debemos asegurarnos que los aspectos educativos no se pierdan en el camino. La tecnología es excelente cuando funciona y, a pesar de nuestros mejores esfuerzos y deseos de que toda la tecnología nunca falle, sin embargo eso es solo un buen deseo, la mejor forma de pensar es saber que un día fallará.
- Menos del 5% de todos los proyectos de “Ciudades Inteligentes” han pasado a la etapa de desarrollo.
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- Se centran en el desarrollo del capital humano a través de la gobernabilidad potenciado por las TIC para apoyar el desarrollo urbano sostenible impulsada por el conocimiento, la creatividad, la innovación y el espíritu empresarial de los actores de la ciudad.
- El Big Data es un concepto central de la “Ciudad Inteligente”, ya que describe los activos de información / datos caracterizados por alto 'volumen', 'velocidad', 'variedad', 'variabilidad' y 'valor' para diferentes partes interesadas que requieren servicios de procesamiento de nube de alta capacidad.
- Estos proyectos abordan una amplia gama de desafíos de la ciudad a través de la regeneración urbana (por ejemplo, infraestructuras de vecindarios inteligentes sin emisiones de carbono), desarrollo urbano (por ejemplo, sistemas de gestión de recursos de energía inteligente, agua y residuos y redes inteligentes) e innovación urbana (por ejemplo, microinfraestructuras de prueba para redes), sistemas de tráfico inteligentes, datos abiertos y plataformas de creación conjunta de ciudadanos.
- Se espera que el mercado global de “Ciudades Inteligentes” alcance u$s 1.565 billones en 2020, correspondiendo la mitad a Ciudades de Norteamérica y Europa (fuente Frost and Sullivan).
- Ahora veamos en qué han trabajado algunas de las “Ciudades Intelighentes” incluidas en el Indice Cities in Motion (ICIM), elaborado por la escuela de negocios IESE, en el que han participado 135 urbes de 55 países: Madrid destaca por el uso del transporte público, siendo éste de un 40%, Sevilla por su planificación urbana, y Valencia es la urbe con mayor cohesión social. Esto significa que en Valencia han trabajado para que descienda el índice de criminalidad y la tasa de desempleo, así como para mejorar la sanidad o la igualdad, entre otras áreas.
DISEÑO, INNOVACIÓN Y EJECUCIÓN
Gran parte de la promoción de las “Ciudades Inteligentes” supone que los
Municipios adoptarán un enfoque proactivo, de arriba hacia abajo y con
tecnología de primera línea para el progreso urbano. Hasta el
momento, estas iniciativas buscan que algún funcionario de la ciudad con
visión de futuro (o un inversor privado inmensamente cargado de fondos)
escriba una gran orden de compra para una gran cantidad de hardware y
software.
Pero la mayoría de las ciudades no funcionan como las corporaciones,
tienden a tener ejecuciones aisladas, por lo tanto, los Departamentos no
trabajan juntos en soluciones, y mucho menos trabajan en conjunto con los
patrocinadores del proyecto piloto y se quedan sin presupuesto para el
proyecto en sí. Esta restricción significa que los líderes de la
ciudad a menudo no pueden tomar la iniciativa para examinar, diseñar y
supervisar completamente nuevas tecnologías y modelos de negocios. El
resultado: los vendedores innovadores y agresivos tienen espacio para
entrar en la brecha e implementar conceptos e ideas por sí mismos, muchas
veces ofrecniendo combos estandarizados con resultados que a menudo
favorecen a pocos ó llevan a la ineficacia por encima de una buena
política pública.
Estos proyectos NO pueden ser diseñados y desarrollados durante una noche
de verano; más bien, se necesitan muchas personas con talento de
muchos ámbitos de la vida para determinar qué se necesita para cada
proyecto, caso por caso, junto con muchos meses de diseño, prueba y
reconfiguración y el interminable "Cambio de Órdenes" durante mucho
tiempo, antes de ver el producto terminado.
El diseño, desarrollo, instalación y mantenimiento de estas tecnologías
está determinado por muchos factores que incluyen, entre otros, los
siguientes:
ü
Presupuesto.
ü
Topografía.
ü
Clima.
ü
Población.
ü
Crecimiento actual y proyectado.
ü
Cooperación (Asociación Público-Privada).
ü
Transporte.
ü
Costo de la vida.
ü
Actividades sociales.
ü
Oportunidades educativas.
ü
Seguridad.
ü
Salud y muchos otros también ...
Cualquier proyecto de desarrollo exitoso, sin importar dónde se
encuentre, comienza y termina con una infraestructura superior de
vanguardia. Ya sea que traiga agua corriente limpia y energía eléctrica
sostenible a la aldea más remota del mundo, o al redesarrollo de una gran
ciudad metropolitana, cada proyecto comienza con el diseño y desarrollo de
infraestructura.
Es la tecnología que NO SE VE, lo que hace que un edificio funcione a sus niveles máximos de rendimiento y permite la reducción considerable de los costos de energía, o facilita el flujo de peatones y vehículos durante las horas pico, o mejora la seguridad en nuestras comunidades.
Junto con el tiempo necesario para el desarrollo, viene aparejado todo lo
referente a los Centros de Datos, son una parte crítica para hacer que una
ciudad sea inteligente, pero en una ciudad REAL, una realidad general es
que la mayoría de los datos almacenados no se utilizan. Esto se debe a
muchos factores, entre los cuales no se cuenta con el personal adecuado
para decidir qué datos valen la pena y cuáles no. Tener el tiempo
necesario para descifrar los datos recopilados y utilizarlos correctamente
es crucial.
Estos temas, particularmente los relacionados con disponer de un plan de
trabajo integrador, holístico, que este guiado por un plan con etapas
suele revestir de cierta complejidad para los Gobiernos Locales, aunque
hay claras excepciones. Por ello tiendo a creer que las asociaciones
público-privadas pueden llevar a ciudades más inteligentes. Pero una
inversión verdaderamente inteligente en una ciudad inteligente requiere
considerar tres dimensiones: características de las ciudades, requisitos
de capital para diversas iniciativas y el proceso de toma de
decisiones. Para ello re recomendable que los tomadores de decisiones
en estas iniciativas sigan una secuencia analítica de situación, solución
y soberanía.
1.
Situación
Es muy importante tener presente que las ciudades no son iguales y es
ingenuo abordar la toma de decisiones, o la tecnología a implementar en la
Ciudad Inteligente (o invertir) sin esta consideración. Las
soluciones estilo combo o estandarizadas no son la solución, puede parecer
que son una solución rápida, pero con un mal augurio como final. Como los
autores de McKinsey & Co. señalaron en un artículo reciente
sobre El futuro de la movilidad, los Alcaldes, los inversores y las empresas deben examinar al menos
cuatro combinaciones de riqueza, crecimiento y densidad:
En mi research,
estasconfiguraciones
tienen una infraestructura dura instalada muy diferente (carreteras, agua,
edificios) y una infraestructura blanda también muy diferente (burocracia,
derechos sobre la tierra, impuestos). El tipo de "inteligencia" que
cambia la vida de un residente de Japón es muy diferente de lo que
constituye una herramienta que cambia la vida en Nigeria. ¿En qué situación se encuentran los responsables de la toma de
decisiones?
2.
Solución
En segundo lugar, los proyectos de tecnología son bastante diferentes, no
solo en la ambición de su programación, sino también en términos del
capital requerido, quién paga qué y quién se beneficia. "Wi-Fi en
todas partes" es mucho más económico de instalar que un programa de
gestión de aguas pluviales y resiliencia a las inundaciones de última
generación. Estas son soluciones: el cómo y el por
qué. Las consideraciones sobre "qué tan caro" y "por qué esto es
bueno para los ciudadanos" varían enormemente y no se pueden agrupar en un
grupo de sueños tecnológicos de la industria de las “Ciudades
Inteligentes”.
3.
Soberanía
Tercero, y más pasado por alto, es la cuestión de la soberanía. En
cualquier lugar dado, ¿quién decide qué se hace? ¿Qué decisiones
tomarán los innovadores del sector privado, los visionarios del
emprendimiento cívico, las aplicaciones, la aclamación pública u
“otros”?
Algunas tecnologías parecen infiltrarse por sí mismas, especialmente las
ideas de economía compartida como Airbnb y Uber. Ningún gobierno
planificó esto, pero es difícil argumentar que Uber no es parte de la
infraestructura de transporte en muchas ciudades. Otras tecnologías
requieren una inversión y un control central, por ejemplo, la fijación de
precios de transportes públicos y la coordinación de las señales de
tránsito como las usadas en Londres o Singapur. Ese tipo de solución
integrada es difícil de lograr para una empresa emergente por sí sola.
CIBERAMENAZAS Y CIBERSEGURIDAD
Las "Ciudades Inteligentes" enfrentan cada vez más amenazas a los
esfuerzos que han realizado en materia de avances tecnológicos a través de
los crecientes ataques cibernéticos. A lo largo del 2018 hemos podido
ver como múltiples ciudades han sido víctimas de ciberataques, casos como
los de Atlanta, Baltimore y la isla de Sint Maarten entre otros, lo que ha
afectado a servicios gubernamentales vitales y ha costado millones a estos
municipios. Un reporte mas pormenorizado lo podrán encontrar en mi
artículo sobre
Smart Cities bajo Ciberataque.
Se estima que 2,3 mil millones de 'cosas' conectadas se implementan en
ciudades inteligentes de todo el mundo. El auge de la IoT expone una
amplia gama de vulnerabilidades que pueden ser explotadas por los
ciberdelincuentes y otros actores maliciosos. Si bien las Ciudades
Inteligentes están diseñadas para aumentar la productividad y la
eficiencia, pueden presentar graves riesgos para los residentes y las
autoridades cuando se descuida la Ciberseguridad.
Es importante recordar que la Ciberseguridad es un tema en toda la Ciudad
y no solo un riesgo tecnológico. Dado que muchas oportunidades para IoT
surgirán a través de la integración tecnológica y la colaboración, que
continuará aumentando en complejidad, esta complejidad genera riesgos.
Existe un número desconocido de vulnerabilidades y metodologías
potenciales, algunos de los ataques más comunes incluyen:
Man-in-the-middle: Un atacante rompe, interrumpe o falsifica las comunicaciones
entre dos sistemas. Por ejemplo, un ataque de hombre en el medio en
una válvula inteligente puede usarse para causar deliberadamente el
desbordamiento de aguas residuales.
Robo de identidad y datos: los datos generados por infraestructuras de ciudades
inteligentes no protegidas, como garajes de estacionamiento, estaciones de
carga EV y fuentes de vigilancia, proporcionan a los atacantes
cibernéticos una gran cantidad de información personal específica que
puede ser explotada para transacciones fraudulentas y robos de
identidad.
Secuestro del dispositivo: el atacante secuestra y asume efectivamente el control de un
dispositivo. Estos ataques pueden ser difíciles de detectar porque,
en muchos casos, el atacante no altera la funcionalidad básica del
dispositivo. En el contexto de una Ciudad Inteligente, un
Ciberdelincuente podría explotar medidores inteligentes secuestrados para
lanzar ataques de ransomware en Sistemas de Gestión de la Energía (EMS) o
drenar sigilosamente la energía de un municipio.
Denegación de Servicio Distribuida (DDoS): un ataque de DDoS intenta hacer que una máquina o recurso de red no esté
disponible para sus usuarios previstos mediante la interrupción temporal o
indefinida de los servicios de un host conectado a Internet. Esto
generalmente se logra inundando el objetivo con solicitudes superfluas
para evitar que se cumplan las solicitudes legítimas. En el caso de
un ataque de DDoS, la inundación de tráfico entrante de un objetivo se
origina en múltiples fuentes, lo que dificulta la detención del
Ciberataque simplemente bloqueando una sola fuente. Dentro de las
Ciudades Inteligentes, una gran cantidad de dispositivos, como
parquímetros, pueden ser violados y obligados a unirse a una botnet
programada para abrumar un sistema al solicitar un servicio
simultáneamente.
Para gestionar eficazmente los riesgos en una Ciudad Inteligente, es
importante definir claramente los límites de ese ecosistema. También
debemos decidir qué estamos dispuestos a gestionar dentro de esos límites:
¿es solo los riesgos que enfrentan los grupos de personas que se
encuentran en la propia ciudad, o deberíamos tratar de influir en la
mitigación de los riesgos que enfrentan las personas / datos fuera de la
Ciudad y sus límites definidos?.
Lo cierto es que no existe una única herramienta para brindar una
solución adecuada, para ello debiéramos contar con un conjunto de
herramientas que contemplen las siguientes capacidades:
1. Integridad del firmware y arranque seguro.
El arranque seguro utiliza técnicas de firma de código criptográfico,
asegurando que un dispositivo solo ejecute el código generado por el OEM
del dispositivo u otra parte confiable. El uso de la tecnología de
arranque seguro evita que los piratas informáticos reemplacen el firmware
con versiones maliciosas, lo que evita ataques. Desafortunadamente,
no todos los conjuntos de chips IoT están equipados con capacidades de
arranque seguro. En tal escenario, es importante asegurarse de que el
dispositivo IoT solo pueda comunicarse con los servicios autorizados para
evitar el riesgo de reemplazar el firmware con conjuntos de instrucciones
maliciosas.
2. Autenticación mutua
Cada vez que un dispositivo de ciudad inteligente se conecta a la red,
debe autenticarse antes de recibir o transmitir datos. Esto garantiza
que los datos se originen en un dispositivo legítimo y no en una fuente
fraudulenta. La autenticación mutua y segura, donde dos entidades
(dispositivo y servicio) deben demostrar su identidad entre sí, ayuda a
protegerse contra ataques maliciosos.
3. Monitoreo y análisis de seguridad.
Captura datos sobre el estado general del sistema, incluidos los
dispositivos de punto final y el tráfico de conectividad. Luego,
estos datos se analizan para detectar posibles violaciones de seguridad o
amenazas potenciales al sistema. Una vez detectada, se debe ejecutar
una amplia gama de acciones formuladas en el contexto de una política
general de seguridad del sistema, como poner en cuarentena los
dispositivos en función de un comportamiento anómalo.
4. Gestión del ciclo de vida de la seguridad.
La función de gestión del ciclo de vida permite a los proveedores de
servicios y OEM controlar los aspectos de seguridad de los dispositivos
IoT cuando están en funcionamiento. El reemplazo rápido de la (s)
clave (s) del dispositivo por aire (OTA) durante la recuperación del
desastre cibernético garantiza una interrupción mínima del
servicio. Además, la desconexión segura de los dispositivos garantiza
que los dispositivos desguazados no se reutilicen y exploten para
conectarse a un servicio sin autorización.
Como se puede apreciar, la Ciberseguridad en una Ciudad Inteligente, pasa
a formar una de esas columnas centrales que hacen al buen funcionamiento.
Claro esta que cuando el Proyecto de una nueva ciudad es de Cero es
bastante mas llevadero, pero cuando se trata de pasar de una Ciudad que
esta conectada a ser una Ciudad Inteligente el proceso es bastante difícil
y desafiante desde el punto de vista de la Ciberseguridad.
CONTINUIDAD DE LAS OPERACIONES Y RESILIENCIA
Los eventos inesperados a menudo pueden costar muchas vidas y daños a la
propiedad. Una de las claves para evitar esto es contar con una
planificación inteligente para la toma efectiva de decisiones después de
un desastre de origen natural u otro.
Es crucial tener acceso a la información más actualizada y completa
cuando se trata de tomar decisiones efectivas después de un desastre. Hay
muchas y variadas plataformas que ofrecen sistemas de planificación y
gestión de desastres que permiten contar con una imagen operativa común en
tiempo real. Las soluciones de recuperación ante desastres son esenciales para
asegurad la columna vertebral de las Ciudades Inteligentes.
Como hemos visto hasta acá, las Ciudades Inteligentes se basan en dispositivos interconectados para racionalizar y mejorar los servicios de la ciudad basados en datos completos y en tiempo real. Estos sistemas combinan hardware, software y análisis geoespacial para mejorar los servicios municipales y mejorar la habitabilidad de un área. Sin embargo, como se espera que la huella global de IoT supere los 50 mil millones de dispositivos conectados para 2020, las Ciudades Inteligentes deberán fortalecer los métodos de recuperación ante desastres para incidentes naturales o inesperados que podrían afectar su capacidad de confiar en datos precisos para funcionar correctamente. Si bien esto es algo que por lo general no nos gusta pensar, algunas de las ciudades inteligentes del mundo se encuentran en áreas costeras bajas que están expuestas a Riesgos o Emergencias relacionadas con el clima, tales como inundaciones, o están situadas en redes cuya historia sugiere la posibilidad de futuros apagones. Además, desafortunadamente, existe la amenaza siempre presente del Ciberataque y la destrucción o sabotaje de la infraestructura física.
Para observar un solo escenario del mundo real, si los piratas
informáticos se enfocan en el sistema de Control de Supervisión y
Adquisición de Datos (SCADA) de una Ciudad Inteligente, que algunos
expertos en defensa cibernética afirman que son susceptibles de
intrusiones debido a la falta de protocolos de seguridad, podrían cerrar
varios servicios de la ciudad. Un solo punto de entrada y amenaza la salud
pública y la seguridad.
Si el huracán Katrina nos enseñó algo, es que tener una mentalidad
preventiva hacia la resistencia al cambio climático es tan importante como
los esfuerzos de recuperación ante desastres.
Según un estudio de las Naciones Unidas, casi 890 millones de personas en
todo el mundo viven en ciudades que corren el riesgo de sufrir al menos un
desastre natural importante, como inundaciones, sequías, ciclones o
terremotos. Y como las ciudades son increíblemente complejas y
densas, con un laberinto de sistemas urbanos como el transporte, el
suministro de agua, el saneamiento, la vivienda, etc., son las más
vulnerables a la devastación causada por desastres naturales.
Ya hemos visto que lasas Ciudades Inteligentes se basan en los cimientos
de IoT. Los sensores de IoT ofrecen la capacidad de capturar
información, monitorear situaciones y controlar dispositivos. Las
perspectivas se generan a partir de flujos masivos de datos de IoT en
tiempo real. Esto facilita la planificación efectiva, la
determinación de hechos y la toma de decisiones, que son funciones
críticas a raíz de un desastre natural.
Para aprovechar al máximo los beneficios de una ciudad inteligente en
tiempos de desastres naturales, hay tres áreas esenciales en las que
enfocar:
Paso 1: Plan de resiliencia
Nada mejor que un caso concreto para ejemplificar, el Tifón Mangkhut
causó grandes daños en Hong Kong: las autoridades recibieron 1.500
informes de árboles caídos, se bloquearon más de 600 tramos de la
carretera y se dañaron más de 170 semáforos, lo que provocó una fuerte
suspensión y retrasó los servicios de transporte. Los ciudadanos no
pudieron planificar sus viajes debido a la falta de información
"inteligente".
Mirando esto más profundamente, ya hay una multitud de sensores propiedad
de diferentes partes, como proveedores de servicios de tránsito y
observatorios meteorológicos para monitorear el tránsito peatonal y las
condiciones climáticas. La pieza faltante es una plataforma neutral y
centralizada para recopilar todos estos conjuntos de datos, aplicar
análisis sofisticados y derivar recomendaciones.
Al aprovechar múltiples fuentes de datos en tiempo real, las ciudades
pueden extraer información sobre los datos para prepararse mejor para
enfrentar los desastres naturales. Los conductores pueden planificar
con anticipación la ruta más rápida y segura mientras toman información en
tiempo real de los bloqueos de las carreteras debido a la caída de
árboles; los ciudadanos también pueden calcular los mejores horarios
para irse del hogar al trabajo o elegir la opción de transporte más
adecuada si otros servicios se ven superados.
Lo mismo ocurre con el intercambio de información de vuelo en tiempo real
y los avisos de servicios de emergencia. La interconexión ofrece
muchos beneficios en esta área, ayudando a extraer inteligencia de la
situación y crear soluciones de mitigación de desastres que son de gran
alcance e impacto.
Paso 2: Proteger para redundancia
Cuando el Aeropuerto Internacional Kansai de Japón fue golpeado por el
tifón Jebi, tardó semanas en reanudar las operaciones. Para
instalaciones como los aeropuertos, que son la columna vertebral de
actividades económicas clave como el turismo, la logística y los viajes de
negocios, el "tiempo de inactividad" extendido puede tener serias
ramificaciones.
Si bien hay un tiempo fijo para reconstruir ciertas infraestructuras, una
redundancia planificada con un modelo interconectado ágil puede ayudar a
reforzar la conectividad de alta disponibilidad. Por ejemplo, una
sola ruta larga es, desafortunadamente, también un único punto de
falla. Miles de kilómetros de cable de fibra los hacen altamente
susceptibles al daño por las tormentas y dan lugar a altos niveles de
latencia cuando se intercambian datos durante desastres naturales.
En cambio, la optimización de la conectividad privada entre
infraestructuras distribuidas en diferentes ubicaciones, como Tokio,
Nagoya y Fukuoka, puede ayudar a mantener las comunicaciones y la
infraestructura de la nube.
Paso 3: Promover el intercambio de datos y el análisis para la
recuperación
El intercambio y el análisis de datos son cruciales para la recuperación
ante desastres, pero actualmente existen desafíos. En primer lugar,
ciertos datos recopilados por sensores alrededor de las ciudades se
consideran privados. En segundo lugar, la coordinación de la
recuperación ante desastres generalmente es centralizada, lo que significa
que, de muchas maneras, los gobiernos a menudo están solos cuando tienen
la tarea de responder a eventos climáticos severos.
Aunque no todos los datos son compartibles, el intercambio de datos "sin
privacidad" sería valioso para respaldar la recuperación ante desastres
naturales. En el caso del Tifón Mangkhut, si el gobierno de Hong Kong y
los proveedores de transporte pudieran interconectar sistemas, habría
muchos más conjuntos de datos para construir modelos para minimizar el
estancamiento del transporte. Otro ejemplo será la recuperación después
del terremoto en Indonesia. El gobierno puede clasificar rápidamente los
niveles de emergencia de las áreas afectadas según los datos recopilados
de los sensores de IoT e interconectar varias plataformas de datos
públicos. Entonces pueden priorizar inteligentemente, satisfacer
necesidades y enviar equipos de rescate a las áreas más afectadas.
La interconexión fundamentalmente ayuda a una ciudad a prepararse,
gestionar y recuperarse mejor de un desastre natural. Al integrar el
monitoreo basado en IoT, la conectividad privada y las infraestructuras
distribuidas, los gobiernos y las empresas pueden proteger a las personas
y minimizar las pérdidas económicas durante los desastres naturales. Los
conocimientos generados también ofrecen a las ciudades inteligentes una
mayor capacidad para mejorar la planificación y el desarrollo de la
ciudad, así como la seguridad de todos sus ciudadanos.
CERRANDO IDEAS
La rápida urbanización ha exigido la necesidad de implementar soluciones
como la de Ciudades Inteligentes. Expertos de todo el mundo señalan
que las Ciudades Inteligentes serán los futuros facilitadores para
acelerar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de los
ciudadanos metropolitanos. Como hemos podido ver a lo largo de este
artículo, contar con soluciones viables de recuperación de
desastres será esencial no solo para los servicios públicos
inteligentes, sino también para mantener la salud y la seguridad
pública.
Es vital poder contar con un equipo multidisciplinario a la hora de armar
el proyecto de Ciudad Inteligente, asegurarse que el tiempo y los recursos
necesarios para hacer que ese proyecto cobre vida se invierta
correctamente, más y mejor inversión en diseño y planificación y no en
publicidad. Gastar tiempo y los fondos necesarios para determinar las
mejores soluciones para lograr los mejores resultados son factores
críticos que distinguen entre un desarrollo exitoso y uno que nunca ve la
luz del día o termina siendo una decepción.
Otra de las grandes y necesarias inversiones está en Formación y Desarrollo del Capital Humano de la Ciudad. A medida que progresa todo este desarrollo de tecnología y construcción de estructuras, debemos asegurarnos que los aspectos educativos no se pierdan en el camino. La tecnología es excelente cuando funciona y, a pesar de nuestros mejores esfuerzos y deseos de que toda la tecnología nunca falle, sin embargo eso es solo un buen deseo, la mejor forma de pensar es saber que un día fallará.
Necesitamos mantener los niveles de habilidad actualizados junto con la
tecnología. Como todos sabemos, todo se romperá o funcionará mal
tarde o temprano, y necesitamos personas formadas y capacitadas para
resolver estos problemas. La capacitación desempeñará un papel clave
en el avance de las Ciudades Inteligentes, sumar a actores como
Universidades y Escuelas Técnicas será un factor diferenciador y un
buen promotor de la capacitación continua. La Ciudad Inteligente requiere
mano de obra calificada para construirse de una manera que no solo sea
eficiente, sino también sostenible y responsable.
Sonará repetitivo, pero es una gran realidad, una Ciudad Inteligente no
puede conseguirse a corto plazo, y ni siquiera es un objetivo en sí mismo.
Lo que sí se debe tratar de hacer es utilizar la innovación para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de
los servicios que ofrece la ciudad, así como fomentar la comunicación desde los gobiernos con el objetivo de que la
ciudadanía y las empresas se impliquen en los proyectos. Solo así se conseguirán ciudades inteligentes.
Impulsado por nuevas tecnologías como Big Data, Inteligencia Artificial
(AI) e Internet de las Cosas (IoT), el sector público tiene el potencial
de transformarse radicalmente, aumentando significativamente la calidad de
los servicios comunitarios y reduciendo los costos. La prestación de
estos servicios e infraestructura inteligentes plantea desafíos técnicos,
de gestión, sociales, políticos y éticos interconectados que requieren un
pensamiento innovador e interdisciplinario.
Estos elementos, sumados a claros conceptos de Ciberseguridad y Planes de
Continuidad de las Operaciones o como se conoce en la jerga empresarial
Planes de Continuidad de los Negocios, convertirán a una Ciudad en una
Ciudad Inteligente sustentable, estable y preparada para satisfacer a sus
ciudadanos en todas sus expectativas.
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