@quinonesurquiza Jorge Jiménez Serrano: Psicología criminal aplicada a la inteligencia corporativa
Es un gusto para mi entrevistar no solo a un colega si no también a un
amigo, el Licenciado Jorge Jiménez Serrano, psicólogo especialista en
psicología criminal y uno de los contados miembros de la Academia de Psicología
Investigativa. Su incansable quehacer científico ahora lo encuentra como
investigador en la psicología criminal aplicada a la inteligencia corporativa,
es decir a la selección, detección y prevención de delincuentes de cuello
blanco dentro de las empresas.
Este cambo me resultó sumamente interesante y quiero compartir con ustedes lo relacionado a este novedoso campo.
Como sabes, amiga Laura, los perfiladores somos analistas de datos y
comportamientos. Nuestros conocimientos en perfiles de personalidad criminal y
en factores de riesgo del hecho criminal nos ayudan a identificar, predecir,
conocer y explicar aquellos sujetos que tienden a moverse en el terreno
delincuencial. El empresarial, como cualquier otro, es un ámbito susceptible
para el desarrollo de comportamientos delictivos por parte de algunas personas.
En este caso, el término delictivo no hace referencia tanto a un delito desde
el punto de vista legal-jurídico, sino en términos de producir algún conflicto
o incidente negativo para una empresa. En este sentido podemos hablar de
empleados que cometen fraudes en las empresas donde trabajan, roban datos,
sabotean sus objetivos, difaman o los conocidos como espionaje industrial. Es
en este tipo de comportamientos delictivos donde ahora centro mi trabajo he
adaptado conocimientos, técnicas y estrategias de la Psicología Criminal, del
Profiling o la Criminología para ser utilizados en este terreno. Este enfoque y
conocimientos criminológicos, son útiles en los entornos y ambientes laborales
en los que nos movemos actualmente.
La Inteligencia Corporativa ha tenido un rápido desarrollo en las últimas
décadas y se ha tomado como una herramienta de competitividad y de
supervivencia empresarial. Sin embargo, este desarrollo ha venido
principalmente relacionado con el ámbito tecnológico e informático. Por
ejemplo, se ha desarrollado mucha tecnología para proteger la seguridad de las
empresas, desde cámaras de vigilancia y control de accesos hasta sofisticados
software que impiden el acceso a los sistemas informáticos de las empresas. El
ámbito humano, personal, el del capital humano de las empresas no ha tenido mucho
desarrollo. Entre el 70 y 80% de los procesos que se realiza en una gran
empresa, aunque sea muy tecnológica e informatizada, están realizados por
personas. Incluso los que manejan los sistemas de seguridad son al fin y al
cabo personas, empleados de esa organización. El enfoque de servicios de
Inteligencia Corporativa pretende precisamente eso, ofrecer herramientas de
análisis del capital humano para la toma de decisiones en este ámbito. No
analizamos las brechas de seguridad informáticas o tecnológicas de la
organización, identificamos y analizamos las brechas de seguridad provocadas
por el personal que trabaja en esa organización elaborando perfiles. Según
algunos estudios, los empresarios y directivos temen más a los robos y fraudes
provocados por sus propios empleados que a los producidos por el cibercrimen o
el espionaje industrial.
Imagina una gran empresa que está diseñando su departamento de Seguridad de
Datos e Información y necesita incorporar un técnico informático o programador
a ese departamento. El equipo de RR.HH de esa empresa hará el proceso de
selección convencional y evaluará a los posibles candidatos en cuestiones
relacionadas con la formación, las aptitudes y las competencias que esos candidatos
tienen. Posiblemente elegirán a técnico muy competente para desempeñar su cargo
pero, ¿Se puede fiar la empresa de esa persona? ¿Es una persona que en un
futuro puede suponer algún conflicto para la empresa (robo, espionaje,
sabotaje, etc.)? Es precisamente este plus el que aportamos, nosotros evaluamos
a ese candidato en base a un protocolo de análisis de riesgo diseñado por
nosotros, así, tratamos de identificar índices psicológicos, de personalidad y
personales que hacen que ese sujeto tenga más o menos probabilidades de
convertirse en un empleado conflictivo para esa organización. El aumento
exponencial del fraude y robo empresarial provocado por los empleados y los
cada vez más extendidos casos de sabotaje y espionaje industrial nos hacen
pensar que, en determinadas circunstancias, el proceso de selección
convencional no es suficiente.
Algunas empresas pueden perder su reputación y poner en juego su supervivencia por este tipo de sucesos. Si ocurre un incidente en la organización, por ejemplo un sabotaje de instalaciones, nosotros analizamos el hecho y adaptamos técnicas de la investigación y el profiling para identificar sospechosos y brechas de seguridad que han propiciado el acto, lo que supone además una medida preventiva para futuros casos. Con nuestros análisis, la organización tiene una información que complementa la valoración de competencias y desarrollo profesional que suelen realizar los departamentos de RR.HH. Esto permite ser más eficaces en la toma de decisiones, por ejemplo, cuando un proyecto empresarial necesita de un equipo de empleados en los que se pueda confiar, que ofrezcan, además de competencia profesional, honestidad y fidelidad para la empresa.
La mayoría de los sujetos que pueden diagnosticarse de psicopatía suelen
estar socializados y adaptados al ambiente en el que viven. Si no han vivido en
entornos marginales y delictivos, es muy probable que su “actividad” de
psicópata no se vea reflejada en actos criminales de violencia. Eso no quiere
decir que no hagan daño, lo hacen y mucho. Su nula empatía por los demás, su
inoperativa emocionalidad y una falta de escrúpulo total que solo se guía por
sus propios intereses. Grandes multinacionales del sector de la banca, durante
años, han seleccionado a sabiendas este tipo de perfil porque entendían que
eran los directivos más adecuados para los objetivos de la empresa. Son
personas frías, manipuladoras, que persiguen sus objetivos por encima de
cualquier cosa o persona y con un gran afán de poder, tremendamente narcisistas
y parasitarios, donde solo existe su mundo, sus reglas, él. Algunos habrán
reconocido en mi descripción a algunas de las personas que conocen,
posiblemente a alguno de los jefes que han tenido. Este perfil corporativo
ideal que han buscado algunas empresas, finalmente se ha vuelto en contra de
ellas y eso lo podemos ver en algunos de los protagonistas de la crisis
económica que estamos viviendo, donde los psicópatas corporativos han acabo
mostrando parte de su idiosincrasia, la autodestrucción. No solo no es un
perfil positivo en el ámbito corporativo sino que es tremendamente perjudicial
para cualquier empresa. El psicópata es un egocéntrico que solo piensa en sus
intereses, en los suyos propios, cosa que tarde o temprano se alejará de los
objetivos grupales de una organización. Su capacidad de relación para con los
demás, basadas en el engaño y la manipulación, son fuente de conflictos
sociales en el resto de compañeros y equipo, son destructivos con los demás y
no dudarán en hacer lo que sea, mentir, defraudar, acosar y manipular en una
empresa para conseguir sus intereses. Pero no solo lo harán con competidores
externos, sino que lo harán con sus propios compañeros, subordinados y jefes.
Cuando ocupan altos cargos políticos, institucionales o económicos, eso lleva
acarreado la destrucción de una empresa o del sistema económico de un país.
Mi consejo es, no solo olvídense de buscar perfiles psicopáticos en su organización, sino traten de identificarlos para deshacerse de ellos cuanto antes.
Se pueden beneficiar principalmente aquellas empresas en las que, por sus
características, productos y entornos en los que se mueve, necesiten un plus de
seguridad de su capital humano. Hay empresas que trabajan con información
sensible que deben proteger, que gestionan dinero en metálico o productos
valiosos. Otras empresas trabajan en ambientes de mucha competencia y en
entornos o regiones poco seguras. Este tipo de empresas se caracterizan porque
necesitan tener y ofrecer más garantías de seguridad y protección que otro tipo
de organizaciones. Para ello no solo deben invertir en tecnología de seguridad,
sino que deben invertir además en poseer herramientas que faciliten niveles de
seguridad y confiabilidad en su capital humano, en sus empleados. Herramientas
y servicios como los que buscamos ofrecer potencian esta seguridad y aumentan
su nivel de Inteligencia Corporativa y Competitiva.
Autora: María Laura Quiñones Urquiza, Criminóloga - Perfiladora Criminal
Este cambo me resultó sumamente interesante y quiero compartir con ustedes lo relacionado a este novedoso campo.
¿Qué hace un Psicólogo Criminalista, un Perfilador como vos en el ámbito Empresarial y Corporativo?
¿Qué aporta esto a la Inteligencia Corporativa?
¿Me darías algún ejemplos de cómo se aplica?
Algunas empresas pueden perder su reputación y poner en juego su supervivencia por este tipo de sucesos. Si ocurre un incidente en la organización, por ejemplo un sabotaje de instalaciones, nosotros analizamos el hecho y adaptamos técnicas de la investigación y el profiling para identificar sospechosos y brechas de seguridad que han propiciado el acto, lo que supone además una medida preventiva para futuros casos. Con nuestros análisis, la organización tiene una información que complementa la valoración de competencias y desarrollo profesional que suelen realizar los departamentos de RR.HH. Esto permite ser más eficaces en la toma de decisiones, por ejemplo, cuando un proyecto empresarial necesita de un equipo de empleados en los que se pueda confiar, que ofrezcan, además de competencia profesional, honestidad y fidelidad para la empresa.
Hemos hablado de los delitos de “cuello blanco” que suelen ser relacionados con la Psicopatía.
Mi consejo es, no solo olvídense de buscar perfiles psicopáticos en su organización, sino traten de identificarlos para deshacerse de ellos cuanto antes.
¿Quiénes se pueden beneficiar con esta novedad en psicología criminal?
Autora: María Laura Quiñones Urquiza, Criminóloga - Perfiladora Criminal
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